Los técnicos encargados de redactar la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) han elegido este entorno de la ciudad para dibujar un buen número de edificios en altura, de los que hasta el momento sólo se conocían los previstos en los terrenos ocupados hasta hace unos años por los bidones de combustible.
Sin embargo, estos rascacielos, el mayor de los cuales tendrá unas 40 plantas, con 186 metros de altura, no serán los únicos que se podrán divisar en el horizonte. A ellos se sumarán hasta cuatro inmuebles de 27 plantas (117 metros de altura), de las que no ha trascendido información alguna por parte del equipo de gobierno, en las parcelas donde se asientan las naves industriales.
Así lo refleja el documento de planeamiento urbanístico de la ciudad, aprobado de manera provisional, y que está ahora a la espera de ser analizado por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. En el mismo, se precisa la "posibilidad de edificaciones en altura excepcional" en el marco de la operación que contempla el traslado de los usos industriales de San Rafael y la reconversión de los suelos para uso residencial, equipamientos y zonas verdes. En total, este espacio, compuesto por más de 327.000 metros cuadrados, albergará unas 3.211 viviendas, de las que al menos 963 serán de protección oficial.
Estas cuatro construcciones de 117 metros cada una, a las que hay que sumar una más en las proximidades de las fincas municipales de El Duende y las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), de planta baja más 19 (94 metros de altura), están condicionadas, al igual que las torres vecinas de Repsol, al informe favorable de Aviación Civil, al poder suponer un obstáculo en las maniobras de vuelo de los aviones que aterrizan y despegan en el aeropuerto de la capital de la Costa del Sol. Un extremo que niega el equipo de gobierno del PP, que incorpora en la revisión del PGOU un informe redactado por la empresa Prointec, costeado por el propio Ayuntamiento, en el que se concluye que "no existe ninguna incidencia reseñable".
Las dimensiones planteadas en las cuatro torres sobre el polígono San Rafael son incluso superiores a las previstas para los edificios proyectados en el entorno de la Térmica, en los últimos suelos libres del litoral occidental de la capital. En esta zona, donde se dibuja una de las intervenciones estrella del Plan General, se da forma a la nueva Acera de la Marina y se plantean cuatro edificios de planta baja más 28 alturas, con más de 105 metros de altura, en los sectores de Torre del Río y Nereo.
De acuerdo con las previsiones de los técnicos, el mapa de la capital estará salpicado de operaciones residenciales en altura, rompiendo de este modo el modelo seguido hasta la fecha con edificios de escasa elevación. A los ya mencionados proyectos de Repsol, que ahora asume en solitario Caixa Galicia tras el abandono de la constructora Comarex, y la Térmica hay que añadir el previsto en la zona de Martiricos, sobre los antiguos terrenos de Citesa. Esta iniciativa prevé el levantamiento de dos torres de 30 plantas cada una.
Málaga Hoy, 02/12/2008
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