La empresa granadina Comarex, en dificultades financieras, deja la actuación en manos de Caixa Galicia. El Ayuntamiento asegura que el cambio no afecta al convenio.
El proyecto de las torres de Repsol ha cambiado de dueño. La promotora granadina Comarex, en apuros económicos derivados de la crisis por la que atraviesa el mercado inmobiliario y de conflictos internos, ha dejado la actuación en manos de Caixa Galicia, entidad financiera con la que ya compartía parte de esta promoción. Así, la entidad financiera gallega asume la mayor parte de las acciones en este activo urbanístico, por el que el Ayuntamiento prevé obtener 82,3 millones de euros, según el convenio que firmó con Comarex hace dos años.
Fuentes de Comarex confirmaron que su desvinculación del proyecto de las torres se produjo hace ya varias semanas y eludieron hacer valoraciones al respecto. Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguraron que la salida de Comarex no pone en peligro el acuerdo que el equipo de gobierno alcanzó con esta promotora ya que, según el propio convenio, los nuevos propietarios están obligados a asumir las condiciones urbanísticas de los terrenos, incluida la aportación monetaria al Consistorio.
Según lo estipulado en el acuerdo, de los 82,3 millones de euros, el Ayuntamiento debería haber recibido ya 12 millones. No obstante, como establece la legislación urbanística regional, no puede tocar ni un solo euro de esa cantidad hasta que el proyecto de las torres esté totalmente aprobado.
Informes en contra
En ese sentido, cabe recordar que la actuación ha recibido ya varios informes contrarios a su ejecución conforme al diseño elaborado inicialmente por Comarex. Por un lado, escritos de la Junta de Andalucía en los que obliga a que el expediente se tramite dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y no de manera separada, lo que supone un retraso todavía mayor. Por otro, informes de Aviación Civil que obligan a recortar la altura de las torres por superar los límites establecidos legalmente para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo en el aeropuerto. Uno de los rascacielos supera en 63 metros esos límites.
No obstante, puede que todavía se produzcan más cambios en la propiedad de las torres ya que, según fuentes consultadas, Caixa Galicia negocia con otra entidad bancaria de mayor peso la venta de parte de sus activos en el proyecto al no poder asumirlos todos.
Diario Sur, 22/10/2008
El proyecto de las torres de Repsol ha cambiado de dueño. La promotora granadina Comarex, en apuros económicos derivados de la crisis por la que atraviesa el mercado inmobiliario y de conflictos internos, ha dejado la actuación en manos de Caixa Galicia, entidad financiera con la que ya compartía parte de esta promoción. Así, la entidad financiera gallega asume la mayor parte de las acciones en este activo urbanístico, por el que el Ayuntamiento prevé obtener 82,3 millones de euros, según el convenio que firmó con Comarex hace dos años.
Fuentes de Comarex confirmaron que su desvinculación del proyecto de las torres se produjo hace ya varias semanas y eludieron hacer valoraciones al respecto. Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguraron que la salida de Comarex no pone en peligro el acuerdo que el equipo de gobierno alcanzó con esta promotora ya que, según el propio convenio, los nuevos propietarios están obligados a asumir las condiciones urbanísticas de los terrenos, incluida la aportación monetaria al Consistorio.
Según lo estipulado en el acuerdo, de los 82,3 millones de euros, el Ayuntamiento debería haber recibido ya 12 millones. No obstante, como establece la legislación urbanística regional, no puede tocar ni un solo euro de esa cantidad hasta que el proyecto de las torres esté totalmente aprobado.
Informes en contra
En ese sentido, cabe recordar que la actuación ha recibido ya varios informes contrarios a su ejecución conforme al diseño elaborado inicialmente por Comarex. Por un lado, escritos de la Junta de Andalucía en los que obliga a que el expediente se tramite dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y no de manera separada, lo que supone un retraso todavía mayor. Por otro, informes de Aviación Civil que obligan a recortar la altura de las torres por superar los límites establecidos legalmente para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo en el aeropuerto. Uno de los rascacielos supera en 63 metros esos límites.
No obstante, puede que todavía se produzcan más cambios en la propiedad de las torres ya que, según fuentes consultadas, Caixa Galicia negocia con otra entidad bancaria de mayor peso la venta de parte de sus activos en el proyecto al no poder asumirlos todos.
Diario Sur, 22/10/2008
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