La burocracia urbanística se ha sucedido en los últimos años a favor de los intereses de los propietarios de unos terrenos situados en la zona de la Cañada de los Ingleses, por lo que ayer empezaron a talar árboles para construir viviendas ante el estupor de los vecinos y de los responsables de la plataforma para la defensa del monte de Gibralfaro, al que pertenece la parcela. El presidente de este colectivo, Antonio Morillas, dio la voz de alarma y la Policía Local se personó en la zona, pero se encontró con la sorpresa de que los privados están amparados por el permiso del Ayuntamiento.
Y es que la promotora (Aifos) pidió la licencia para hacer chalés en el lugar en 1999, amparándose en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del 97, que todavía está vigente y lo permite. No ha sido hasta la última aprobación del nuevo plan, el pasado mes de agosto, cuando el Consistorio ha calificado los terrenos como zona verde a obtener por expropiación para el proyecto de conversión de Gibralfaro en un parque urbano. Entre tanto, la empresa ha culminado el expediente y ha obtenido la licencia por silencio administrativo, según reconoció ayer la Gerencia de Urbanismo en un comunicado.
Tala de árboles
De ahí que la tala de árboles, eucaliptos y cipreses en su mayor parte, haya comenzado sin remedio. «Se puede acusar al Ayuntamiento de una falta de responsabilidad por haber dejado pasar el tiempo», afirmó Antonio Morillas. Urbanismo anunció que acudirá a la expropiación forzosa para parar la obra, pero legalmente aún no puede hacerlo. «Para entonces ya habrán talado todos los árboles y el daño será irreversible», denunció Morillas.
Diario Sur, 18/12/2008
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