Durante muchos siglos fue la única ruta comercial y de tránsito que comunicaba los recónditos pueblos de la Serranía de Ronda y la costa malagueña. Leyendas de las encarnizadas batallas que protagonizaron moros y cristianos, y épicas historias de las peripecias de los últimos bandoleros tienen como escenario esta vía que ahora se convertirá en la puerta verde que dé acceso al parque natural de la Sierra de las Nieves desde el litoral.
Más de 40 kilómetros de vías pecuarias que serán rehabilitadas por la Delegación Provincial de Medio Ambiente para que puedan ser recorridas a pie o en bicicleta desde Marbella hasta Ronda. Su mayor atractivo es el sorprendente paisaje montañoso por el que discurre y los densos bosques de pinsapos, pinares, castaños y alcornoques que se pueden admirar durante todo el recorrido. Las obras empezaron en febrero y estarán listas dentro de alrededor de 14 meses.
Entre los lugareños la futura puerta verde es conocida como el cordel de los pescaderos porque es el camino que permitió hasta no hace mucho tiempo a los habitantes de los pueblos serranos comer pescado procedente del litoral al menos un par de veces a la semana cuando aún no había carreteras.
Los pescaderos hacían el trayecto de noche acompañados de los mulos que cargaban con la mercancía para poder llegar a tiempo de vender el pescado por la mañana. El cortijo de la sardina y la cuesta del boquerón son algunos de los nombres que aún perduran y que reflejan la historia del pasado más reciente de este camino.
Pero a lo largo del camino hay otras muchas alusiones históricas. El llamado castaño santo es un ejemplo. Tiene más de 500 años de antigüedad y, según cuenta la leyenda, los Reyes Católicos celebraron una misa junto a él cuando consiguieron reconquistar esta zona.
Precisamente una de las batallas que permitió a los cristianos recuperar este territorio se libró en el puerto de la Refriega, uno de los puntos más altos de Igualeja por los que discurre la que será la puerta verde entre Marbella y Ronda.
También en esta ruta se encuentra el cortijo donde se vivió en 1931 uno de los episodios más dramáticos que se recuerdan en la zona y que protagonizó Francisco Flores Arrocha, considerado el último bandolero andaluz. Allí mató a parte de su familia por una disputa por la compra de la casa de su suegro. Se escondió en estos montes durante más de un año hasta que en un tiroteo con la Guardia Civil perdió la vida.
Ahora la Junta de Andalucía quiere poner en valor esta ruta verde que partirá desde la urbanización Aloha de Marbella y terminará en el patronato militar Virgen de la Paz de Ronda, aunque pasa también por los términos municipales de Istán, Benahavís, Parauta e Igualeja. Los trabajos consistirán en adecuar el camino con una base de zahorra en los tramos más dañados, construir pasarelas para cruzar los arroyos, abrir el sendero donde no exista o haya desaparecido, y colocar carteles para indicar el recorrido y los principales puntos de interés.
También se repoblarán varias zonas situadas a lo largo del recorrido con especies autóctonas como la encina, el quejigo, el palmito, el alcornoque o el acebuche que desaparecieron tras los incendios que han asolado estos montes a lo largo de los años.
Málaga Hoy, 24/03/08
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