Las rapaces han sido llevadas a Francia a la espera de que esta primavera tengan crías para empezar las labores de repoblación.
Son, sin duda alguna, las reinas del cielo malagueño. Las ochenta parejas de águilas perdiceras que viven en la provincia la alzan como la primera en Andalucía en esta especie. Precisamente, esta bonanza inusual en este tipo de rapaces ha permitido que Málaga exporte tres de las cuatro parejas de águilas perdiceras que llegaron a Francia con el objetivo de repoblar el sur del país, donde esta especie está en peligro crítico de extinción.
Las tres parejas de perdiceras fueron escogidas cuando aún eran pollos, todavía en su nido. Ésta era la única forma de que se adaptasen a su actual vida en cautiverio, que tiene como finalidad su reproducción controlada. «Desde el año 97 uno de los grandes criadores de águilas de Francia andaba pidiéndonos perdiceras para criarlas allí hasta que en 2004 consideramos que, con el beneplácito del Gobierno francés, podíamos ayudarle en esta tarea», subraya el director del Programa de Conservación del Águila Perdicera en Andalucía, Agustín Madero.
Ahora, las tres parejas malagueñas, que ya tienen cuatro años, está siendo cuidadosamente observadas, ya que la próxima primavera es decisiva para ver si se reproducen con éxito. «Normalmente, en cautividad, la reproducción se retrasa más que en la naturaleza», subraya Madero. Lo cierto, es que el sistema de cría de Christian Pacteau, que es el encargado de sacar las águilas en adelante en Francia, consiste en lo que se llama 'imprinting', que no es otra cosa que imprimirle a los ejemplares la imagen de su especie con sus compañeros de nido, así como la imagen del criador como un elemento más del paisaje.
Para realizar esta inmersión, los pollos no pueden llegar empezar su cría controlada más allá de los 30 días de vida. El objetivo final es únicamente que las águilas se reproduzcan, y sus crías repueblen el cielo francés, ya que la reintroducción en el medio de estos ejemplares donados sería inviable. «No han tenido la crianza adecuada, no están fuertes, ni su musculatura es la misma que si viviesen en la naturaleza; si volviesen a ésta, con lo duro que es, no sobrevivirían», indica el director del Programa de Conservación del Águila Perdicera en Andalucía, Agustín Madero, quien está esperanzado en que las noticias desde Francia sean positivas, es decir que lleguen las referentes a un alumbramiento -más bien dos por pareja- para constatar que el préstamo era necesario.
Sólo quedaría que salvar un pequeño escollo: el de los conservacionistas franceses que se niegan a actuar en el medio, algo que podría poner en peligro la suelta de las nuevas crías. Si esto se produce, siempre pueden volver a su casa en Málaga. Aquí siempre serán bienvenidas.
LA ESPECIE
Águila perdicera: En Málaga se la conoce también como águila palomera. De todas las rapaces ibéricas, la perdicera es de las más fuertes y agresivas, dotada de poderosas garras con las que caza gran variedad de piezas, desde aves hasta mamíferos de tamaño mediano.
Población: La provincia de Málaga es una privilegiada en Andalucía, ya que cuenta con 80 parejas de este águila muy territorialista. Su éxito en la provincia radica en que no tiene que compartir su espacio con las águilas reales, de las que sólo hay dos parejas. Es sedentaria, y en la misma capital puede avistarse en el monte San Antón.
Diario Sur, 29/12/2008
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