martes, 20 de enero de 2009

Cuarenta y dos calles ´pobres´ del Centro esperan su recuperación


Las inversiones que están previstas en los entornos del Picasso, Beatas y Ollerías no terminan de concretarse.


Más allá de las calles rehabilitadas y remodeladas en los últimos años, el Centro Histórico tiene varias decenas de calles que se han quedado en un segundo plano. Son las vías ´pobres´ de este núcleo. Situadas a un paso de la zona afortunada, la degradación se ha hecho fuerte en 42 de estas calles, que están pendientes de que las prometidas inversiones y planes de recuperación se concreten en obras que permitan recuperarlas para el uso ciudadano más habitual.


Estas calles se organizan alrededor de tres importantes ejes del Centro, como son el atractivo turístico del Museo Picasso, el transitado vial de Ollerías y la olvidada Beatas. Alrededor de estos puntos se distribuye esa cuarentena larga de vías que suelen estar fuera de los habituales circuitos, como apunta un estudio del grupo municipal de IU.


Beatas. Las doce calles de este entorno del Centro representan el paradigma del abandono y con innumerables deseos de mejora que no se concretan. Tomás de Cózar y la propia Beatas son los ejes principales de este puñado de calles donde apenas existen vecinos, más allá de la exitosa construcción de VPO en plena Beatas, y sí demasiados solares y casas tapiadas.


Los años de espera han encontrado su respuesta en Europa, con la concesión de una ayuda de 10 millones de euros de los fondos Feder para intervenir en el entorno. Beatas, Tomás de Cózar, Aventurero, Marques de Guadiaro y Picador serán reurbanizadas en un futuro cercano, al tiempo que otras más céntricas, en el entorno de Uncibay, tienen las obras de pavimentación en pleno proceso de contratación.


Quedaría por resolver la recuperación demográfica y económica de estas calles, donde los vecinos padecen muchos problemas de ruido y los pocos edificios que quedan apenas se rehabilitan. Como apunte, está el estudio realizado por el grupo municipal de IU sobre las calles Beatas y Picador, que pone de relieve que hay quince edificios abandonados, tapiados o convertidos en un solar.


Aquí habría que mencionar el caso del antiguo Teatro Lope de Vega, en los números 5 y 7 de la calle Beatas, que fue derribado y ahora es un gran solar donde irá una residencia de estudiantes. El proyecto, que debe respetar la fachada original, está a la espera de que la Junta le dé el visto bueno.


Picasso. El entorno del Museo Picasso recibe una alta afluencia de turistas, pero, salvo honrosas excepciones, como San Agustín y algún tramo de la calle Granada, sus vías anejas están olvidadas. Fachadas en mal estado, solares, pavimentos estropeados, obras paradas, suciedad y viviendas tapiadas forman su paisaje.


El Ayuntamiento tiene prevista una importante inversión para el segundo trimestre de 2009 y que pondrá fin a cuatro años de una solución transitoria en la calle Alcazabilla, recuperando la trasera del Museo Picasso y el frente del Teatro Romano y la Alcazaba.


Esta actuación se centrará en recuperar el Albéniz para uso público, incluyendo la reurbanización de las calles laterales (Cilla y Pozo del Rey), así como pavimentar la calle Alcazabilla y las transversales Santiago y Marquesa de Moya. La obra se complementará con la construcción de la plaza de las Nieves, junto al Torreón Mudéjar , que acumula un retraso de más de una década desde los primeros proyectos.


Quedarían pendientes otras vías como la plaza María Guerrero, frente al cine Astoria, y las calles Pedro de Toledo, Amos, Moratín, Postigo de San Agustín y San José, todavía sin solución a la vista.


Ollerías. Aquí se mezcla la famosa área de rehabilitación concertada de la Junta y la actuación municipal. Lo curioso es que parece que el resultado no es muy evidente. El dinero europeo de los Feder es de nuevo protagonista de la próxima actuación municipal, con obras en 8 de las 16 calles degradadas. Serán trabajos de repavimentación y construcción de algún edificio público que regenere la zona. Sobre la actuación de la Junta, lo cierto es que no se le ha notado mucho en los últimos cuatro años, salvo alguna subvención a la rehabilitación de inmuebles.


La Opinión de Málaga, 02/01/2009


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