Nunca hasta ahora se había hecho una radiografía tan exhaustiva de lo que esconden los montes malagueños y los resultados no tienen desperdicio. Especies vegetales que se creían desaparecidas, otras que no se sabía que existían y algunos reductos antiquísimos que han logrado sobrevivir inexorables al paso del tiempo. Son las conclusiones de un estudio que botánicos de la Universidad de Málaga han llevado a cabo durante varios años y que ahora servirá a la Consejería de Medio Ambiente para prevenir su destrucción.
La Axarquía, los Montes de Málaga, la comarca de Almogía, la Sierra de Pizarra y el Corredor de Colmenar han sido cartografiados hasta el más mínimo detalle. Para ello, se ha realizado un minucioso trabajo de campo en el que se ha inventariado toda la vegetación de los montes a partir de una fotografía aérea, conocida como de falso color infrarrojo, a una escala de sólo 1:10.000.
Los propios botánicos están sorprendidos con muchos de los hallazgos que han hecho en estos dos años y medio. Una de las curiosidades del estudio es que han descubierto una pequeña área de dunas, de apenas 400 metros de longitud, en la zona del Morche de Torrox. "Es algo excepcional porque es el único hábitat de estas características que queda en toda la costa oriental de la provincia", asegura Andrés Pérez, uno de los profesores de Biología Vegetal de la UMA que han participado en la iniciativa.
Pero no es el único descubrimiento importante del que pueden presumir. En los Montes de Málaga han encontrado una población de madroñales arbóreos de hasta diez metros de altura que "no sabíamos que existían y que dan una idea clara de cómo fueron los montes", señaló.
Muy cerca de esta zona, existe otra pequeña isla de alcornocales, que no sólo no se parecen florísticamente a los que hay alrededor, sino que además los botánicos han comprobado que se trata de una especie endémica que sólo se encuentra en los Montes de Málaga y el Corredor de Colmenar. Lo malo es que apenas quedan 50 hectáreas, aunque se calcula que pudo llegar a haber más de 5.000 hectáreas hace varios siglos.
También hay otros datos curiosos como haber localizado en Casares una especie llamada linaria anticaria que hasta ahora no se había encontrado fuera de los Montes de Málaga, y narcisus gaditano propio de la provincia de Cádiz en plena sierra de Casabermeja.
En el Hacho de Pizarra, una zona especialmente árida, se ha constatado además la existencia de una especie vegetal conocida como heliantemum almeriense, más propia de Almería, y otra llamada maitenus senegalensis, que como su propio nombre indica, procede de Senegal y hasta ahora no se había desplazado más allá de la zona de La Araña.
Para llegar a estas conclusiones, los botánicos de la UMA han estudiado cerca de 10.000 hectáreas, han recogido 2.000 pliegos de herbarios y han realizado 500 inventarios.
Ahora con todo lo que sabe, la Consejería de Medio Ambiente dispondrá de información suficiente para mejorar la protección de los tesoros naturales que aún conserva la provincia de Málaga. Los resultados de este trabajo se tendrán en cuenta a la hora de redactar planes de ordenación urbanística, dar luz verde a estudios de impacto ambiental, hacer repoblaciones forestales y prevenir incendios.
Pero el estudio también ha servido para conocer el estado de ríos como el Vélez, Guadalmedina, Campanillas y el arroyo del Coche. El primero es el que tiene la vegetación más degradada, aunque aún así se ha localizado un endemismo de los ríos andaluces llamado cares tartesiana.
Málaga Hoy, 04/05/08
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