domingo, 13 de abril de 2008

La patrulla urbana del medio ambiente malagueño


El Seprona cuenta desde noviembre con ocho agentes para inspeccionar establecimientos del entorno de la capital.


A cualquiera le sorprendería ver a un agente del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil entrar a una tintorería o un laboratorio de fotografía de la ciudad para hacer una inspección. Pero a partir de ahora ya no será tan raro. La nueva patrulla urbana creada en Málaga velará porque cualquier establecimiento, por diversa que sea su actividad, vele por la protección del medio ambiente.


Ocho agentes llevan desde noviembre entregados a esta tarea en todo el área metropolitana de la capital malagueña. Ningún tipo de actividad se libra. Clínicas veterinarias, imprentas, establecimientos de productos alimenticios, tiendas de tatuajes y piercing, o talleres mecánicos son algunos de sus objetivos.


Aunque cueste trabajo imaginarlo, todos estos establecimientos producen distintos tipos de residuos que resultan altamente contaminantes para el medio ambiente. Una tintorería es un ejemplo. El líquido que se utiliza para la maquinaria de la limpieza en seco, llamado percloroetileno, está considerado un residuo peligroso, además de tóxico, y como tal tiene que ser gestionado adecuadamente.



Pero lo cierto es que no todas lo cumplen. Según el sargento de la patrulla urbana del Seprona de Málaga, "todavía hay mucho desconocimiento al respecto y la práctica más habitual es tirar estos residuos por el desagüe".



No es el caso de la tintorería Pressto de Campanillas. Su propietario, Abraham García, siempre ha cumplido a rajatabla los requisitos de la ley 10/1998 de Residuos desde que abrió el negocio en 2003. "Cada tres meses viene una empresa autorizada de Toledo para recoger estos residuos. Cuesta dos euros por cada kilo, pero merece la pena", señaló.



Aunque no vale únicamente con que un gestor se encargue de retirarlos cada cierto tiempo. Los responsables de estos establecimientos están obligados a almacenarlos en unos recipientes debidamente etiquetados y acreditar su correcta gestión, además de estar inscritos como pequeño productor de residuos peligrosos en la Consejería de Medio Ambiente siempre y cuando generen menos de 10.000 kilos al año.



Lo mismo ocurre con las clínicas veterinarias, aunque en este caso los residuos que se generan tienen que ver con los aparatos de rayos X y el material punzante y cortante que se utiliza para tratar a los animales. En ambos casos tienen que ser almacenados en contenedores independientes y retirados por una empresa autorizada para ello.



La clínica veterinaria Jardines del Romeral, que regenta Javier Ballesteros en la zona de Teatinos, no tuvo ningún problema para pasar la inspección que ayer realizaron dos agentes de la patrulla del Seprona. "Si quieres ser competitivo en el mercado tienes que tener todo en regla", aseguró este veterinario.



Y es que durante una inspección los agentes de la Guardia Civil lo miran todo. Desde la etiqueta del contenedor hasta si el establecimiento cuenta con todas las licencias en regla. El sargento explicó que lo primero es hacer un reconocimiento visual de las instalaciones acompañados de un responsable del local, aunque "también se comprueban los papeles que acreditan la legalidad de la actividad y que se está haciendo una gestión adecuada de los residuos".



Los talleres mecánicos lo tienen más complicado. La gran cantidad de residuos peligrosos que producen les obliga a llevar un control más exhaustivo de su actividad. En el taller de mecánica y chapa y pintura Eurotaller de Alhaurín de la Torre lo saben bien, ya que "es uno de los pocos que cumplen con todo lo que establece la ley".



El problema, según el agente del Seprona, es que "pocos saben que tienen que tener un contenedor especial para tirar los trapos manchados de aceite y que la chatarra no se puede dar a cualquiera". La prueba está en que cada mes se detectan una media de 200 denuncias en las medio centenar de inspecciones que suelen realizar.



Trabajo desde luego no le va a faltar a los agentes de esta nueva patrulla urbana, que ya tiene réplicas en otros puntos del país.


Málaga Hoy, 11/04/08


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