lunes, 20 de febrero de 2012

Vecinos del monte San Antón temen que la urbanización de Lagarillo Blanco sea tan devastadora como Colinas del Limonar



Solicitan un análisis sobre la ordenanza de edificación en laderas para salvaguardar el refugio natural de una especie protegida, el camaleón.

La defensa por la conservación de los valores naturales de Lagarillo Blanco se ha reactivado. Diez años después de que se constituyera la Plataforma en defensa del monte San Antón, y ante la proximidad del comienzo de las obras de urbanización de 314 casas, un hotel, un centro comercial y un colegio, los vecinos de Málaga Este se organizan para evitar que uno de los últimos parajes verdes de la ciudad se convierta en un erial desolado, como ha ocurrido en la aledaña promoción de Colinas del Limonar. El Observador les ofrece hoy una galería de imágenes del hábitat de una especie en peligro -el camaleón- sobre la que pende la amenaza del ladrillo desde hace una década.

El pasado mes de agosto de 2011 técnicos del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga liberaron en el paraje de Lagarillo Blanco del monte San Antón cuatro ejemplares de camaleón, dentro del plan municipal de reintroducción en su hábitat natural de este animal. Una especie clasificada de “Interés especial” según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y “En peligro” según el Libro Rojo de Vertebrados de España.

La inclusión de Lagarillo Blanco dentro de este proyecto denominado “Centro de Control de la Biodiversidad” resulta llamativa toda vez que estos mismos suelos están catalogados en el PGOU de Málaga como urbanizables desde hace años y en ellos se prevé la construcción de 314 casas, un hotel, un centro comercial y un colegio.


Entre quienes se oponen a este proyecto figuran los vecinos de la urbanización Pinares de San Antón. Uno de los miembros de la junta directiva de esta comunidad, el arquitecto Manuel Jaén, sostiene que la agresión al territorio será impactante si se copia el modelo que se ha seguido en esta abrupta zona “de sucesión de muros pantalla como forma de solventar la pronunciada pendiente de estas laderas”. Por eso, Jaén subraya que no debe repetirse lo ocurrido en Colinas de Limonar (promoción paralizada desde hace dos años y que ha causado un brutal impacto medioambiental. Ver noticias relacionadas). El arquitecto malagueño indica a esta revista que la comunidad de vecinos ha solicitado un análisis de la ordenanza de edificación en ladera que rige en el PGOU de Málaga.


En tanto, una de las vecinas de esta urbanización, Nadine Geyskens, ha comenzado una recogida de firmas para salvaguardar los valores naturales de Lagarillo Blanco una acción por la que también se han interesado otros colectivos como la Asociación de Vecinos de El Palo. Movimientos que no hacen sino reactivar la oposición que desde hace años ha generado la construcción al norte de las rondas, motivo por el cual se creo, ya en 2002, una la Plataforma en defensa del monte San Antón integrada por vecinos, partidos políticos y sindicatos.

Revista El Observador, 15/02/2012

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