domingo, 18 de abril de 2010

Proyectan un museo de la cerámica musulmana junto a Dos Aceras


Málaga tuvo una actividad alfarera durante la época musulmana que la convirtió en una de las ciudades más representativas de este tipo de artesanía. En los alfares que se situaban en lo que hoy es la zona de San Felipe Neri y la calle Dos Aceras se cocían la loza de reflejo dorado, que alcanzó una gran fama, y ánforas ornamentadas.


Desde los hornos existentes en este entorno, las piezas se exportaban a todas las partes del mundo conocido. Para difundir este destacado papel de la industria alfarera en la Málaga medieval, el Ayuntamiento ha proyectado la creación de un centro de interpretación en uno de los enclaves en los que han aparecido más vestigios de esta actividad ceramista. Se trata de la calle Chinchilla, justo frente a la iglesia de San Felipe, al lado del recientemente abierto Museo del Vidrio.


La actuación, diseñada por el Servicio de Programas Europeos y la Gerencia Municipal de Urbanismo, pretende regenerar lo que hoy sólo son solares abandonados para convertirlos en un punto de atracción turística y ciudadana. El proyecto, que está valorado en 2,4 millones de euros, se divide en dos partes. Por un lado, se encuentra el lateral de la calle Chinchilla más próximo al Museo del Vidrio. Allí, se habilitará un edificio que, en su planta baja, albergará una sala de exposición e interpretación de los yacimientos arqueológicos encontrados en la zona.


La arqueóloga municipal Carmen Peral explicó que se descubrió un complejo alfarero distribuido en torno a un patio central en el que aparecen los restos de tres hornos de diferentes tamaños. «Está todo compartimentado en habitaciones y hay restos de pavimento en los que aparecen las huellas de los tornos», señaló Peral, quien apuntó que todos estos hallazgos pueden ser de la época Almohade (siglos XII y XIII). «Además, apareció una calle con una inclinación central para la evacuación de aguas de cuatro metros de ancho, por lo que pudieron pasar carros por ella», dijo. La arqueóloga detalló que los alfares se mantuvieron en esta zona hasta el siglo XVII. «Luego se trasladaron hasta El Ejido, donde han seguido hasta épocas relativamente recientes», agregó.


Todo esto podrá ser contemplado por las personas que acudan a este centro de interpretación, un edificio que el Consistorio también pretende convertir en un punto de partida de otras rutas turísticas de la ciudad, como las relacionadas con las pinturas murales del siglo XVIII en las fachadas de determinados edificios y la de los restos de la muralla musulmana.


Exposición


En la planta superior de este edificio, que será colindante con el Museo del Vidrio, se habilitará un espacio expositivo de 404 metros cuadrados para ampliar esta interesante muestra de utensilios de cristal y cerámica que un coleccionista privado ha abierto recientemente frente al templo de San Felipe. Y es que el proyecto prevé contar con la colaboración de este amante del arte antiguo para desarrollar las actuaciones que comprende.


Al otro lado de la calle, se pretende abrir un pasaje peatonal que comunique con Dos Aceras y crear una especie de centro artesanal relacionado con la alfarería. Para ello, el diseño elaborado por la arquitecta Amparo Valón contempla tres locales comerciales de artesanos y una sala de exposición y venta junto a otra en la que se podrán ver más restos arqueológicos. Este edificio será más alto (para adaptarse a los de la calle Dos Aceras) y en sus otras dos plantas albergará diferentes usos que el Ayuntamiento pretende compartir con la Universidad. Se trata de una librería, una sala de conferencias, otra de proyecciones y una mediateca. Además, se han previsto salas de laboratorio, conservación, restauración e investigación relacionadas con los hallazgos arqueológicos de actividad alfarera en el casco antiguo.


Diario Sur, 08/12/2009


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