sábado, 27 de marzo de 2010

Rescate de las pinturas del XVIII en Carretería


La calle Carretería alberga un claro ejemplo de rescate de una de las expresiones artísticas más importantes de la Málaga del siglo XVIII: las pinturas murales barrocas, que se convirtieron en la manifestación del sentir de la sociedad de aquella época a través de sus fachadas pintadas. Numerosas capas de cal y la suciedad acumulada por el paso de los siglos ocultaban un conjunto pictórico de gran valor artístico que salió a la luz con las catas que hicieron los restauradores de la empresa Quibla Restaura.

Localizaron esta pintura decorativa en un edificio del XVIII de la calle Carretería, 23, esquina con la calle Postigo de Arance. El inmueble, en muy mal estado de conservación, guardaba en su fachada los típicos motivos de la característica arquitectura fingida del último cuarto del siglo XVIII, que apareció a los ojos de estos expertos en forma de columnas adosadas a los balcones de la vivienda, sillares y motivos decorativos que enmarcaban el dintel, con escenas como la presencia de una torre y un barco y rodeados por una decoración floral.

Pero lo realmente llamativo y de gran calidad artística fue la aparición de un escudo de la Orden de los Dominicos, lo que hace suponer que el edificio tuviera alguna relación con esta congregación religiosa. Una mitra, una regleta con los colores de este grupo religioso, un bastón y la mano de un obispo integran este escudo, que próximamente lucirá en todo su esplendor en la fachada del nuevo edificio.

Dado el valor histórico y artístico de estos frescos murales dieciochescos se decidió su protección y conservación, para lo que se ha llevado a cabo una novedosa técnica de recuperación, que se utiliza en los casos en que el edificio deviene en ruina: el arranque de las pinturas para su posterior colocación en el nuevo edificio, tras una esmerada restauración en el taller. La extracción y restauración de esta decoración mural se ha dividido en varias fases de trabajo y ha sido codirigido por los especialistas Estrella Arcos y Joaquín Gallego. Por su parte, el proyecto arquitectónico del nuevo edificio que se ha levantado en el solar es obra de la arquitecta María de la O Sánchez de Ybargüen, quien apuntó que están a la espera de que la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico aporte la subvención establecida para el rescate de las pinturas.

Proceso. Como un puzzle de la historia de la ciudad en el que todas las piezas encajan. Según explica la restauradora Cristina Muñoz, antes de arrancar los motivos decorativos se han retirado las cales y se han protegido las pinturas con gasas y papel especial. Han enumerado las piezas hasta un total de diecinueve planchas y han consolidado las partes desprendidas antes de retirarlas de la pared. La extracción se llevó a cabo con unos rejones que se colocan por detrás, en las capas de mortero y ladrillo, para garantizar la protección pictórica en el momento que se despega de la pared. "Los paneles extraídos se montaron en unas planchas y se trasladaron al taller, donde se retiró el mortero antiguo, se consolidó y se aplicó otro nuevo, de cal y arena", afirma Muñoz, que ha trabajado junto a las restauradoras Alicia Rey y María Rivas.

Tras la colocación sobre un soporte adecuado y una nueva limpieza, el proceso llega a la fase de estucado y reintegración cromática. La protección final se aplicará cuando las pinturas estén colocadas en el nuevo edificio.


La Opinión de Málaga, 18/11/2009



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