domingo, 31 de enero de 2010

El pasado del futuro Parque de los Cuentos


Una excavación en el solar del Parque de los Cuentos descubre restos del Campamento Real de Isabel.


El Convento de la Trinidad, que en un futuro cercano se convertirá en la sede del Parque de los Cuentos, una actuación puesta en marcha por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha guardado en sus profundidades durante siglos uno de los episodios más importantes de la historia de Málaga, la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos en agosto de 1487.


Una excavación en el solar del antiguo convento trinitario, que sirve de apoyo a las tareas de restauración que se realizarán posteriormente y forma parte de los trabajos previos para el inicio de las obras del nuevo equipamiento cultural, ha devuelto al presente diversos vestigios que arrojan más luz sobre los asentamientos en esta zona de la capital malagueña.


Uno de los hallazgos más interesantes localizados en esta intervención, que ha sido dirigida por el arqueólogo Juan Bautista Salado y que ha sido cofinanciada por la delegación de Cultura y la dirección de infraestructuras culturales de la Consejería de Cultura, es la localización de posibles restos del Campamento Real de Isabel La Católica que se situó en este lugar, denominado en aquella época el Cerro de la Artillería, durante la conquista definitiva de Málaga, desde mayo hasta agosto de 1487.

Los descubrimientos en la zona de la Plaza de Armas del antiguo cuartel hacen pensar que fue el emplazamiento de una de las baterías que asediaron la ciudad.


Según explica Salado, se ha hallado un hoyo abierto en el nivel geológico, de poco más de un metro de profundidad y dos de diámetro, que apareció "colmatado por un buen número de cerámicas de lujo de finales del siglo XV, como cuerdas secas totales, pintadas, lozas doradas". También, se han encontrado cuatro monedas de bronce portuguesas, en principio fechadas a finales del siglo XV, aunque en estos momentos el equipo de expertos del Museo Arqueológico Nacional investiga este dato para precisar la fecha con más certeza.


"Con la presencia de algunos elementos de metal, que podrían pertenecer a usos militares, como una contera de bronce (punta metálica de la funda de las espadas y las dagas), cascabeles de los cabestros de los caballos, cadenas... podríamos asegurar que este conjunto pudo ser un pequeño vertedero de basura asociado al establecimiento de los reales de la Reina Isabel I", argumenta Salado, que añade que no han encontrado ningún otro indicio de este campamento, ni de la necrópolis de los soldados caídos en batalla ni de las zanjas para almacenar la pólvora de la artillería.


Pero, sin duda alguna, una de las mayores sorpresas que ha deparado la excavación ha sido la aparición de una tumba romana aislada y no asociada a ninguna necrópolis al uso, puesto que el cementerio más cercano se encuentra en el barrio de la Trinidad, que abarca entre otras calles, San Telmo, Trinidad y Malasaña, muy alejado de esta zona.


Se trata de una fosa simple abierta en la misma arcilla y cubierta por dos líneas de tégulas a dos aguas. En el enterramiento se han localizado dos individuos boca abajo, sin ajuares funerarios, aunque uno de los cadáveres tenía un grillete de hierro en uno de los tobillos y una moneda en la boca fechada en la mitad del siglo III, durante la etapa del emperador Antonino Pío. "Tanto por la disposición de estos muertos en la tumba, que fueron tirados, como por los indicios de tortura y los grilletes en uno de ellos, pensamos que se tratan de dos reos o ajusticiados", detalla Salado.


La Opinión de Málaga, 06/10/2009


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