sábado, 2 de mayo de 2009

El busto de Jorge Guillén espera entre escombros el fin de las obras del puerto


Nadie se para, nadie se detiene un instante para mirarlo, nadie parece extrañado, porque nadie, o casi, ha reparado en él. Los camiones pasan sin detener la velocidad, los operarios se afanan en sus tareas, van y vienen con la urgencia del trabajo. Y en medio de todo ese ajetreo, un busto de bronce rodeado de escombros, una figura anónima, porque no se encuentra una placa que lo identifique.


Es Jorge Guillén, el poeta de la Generación del 27 que después del exilio decidió morir en Málaga. La ciudad, en señal de agradecimiento, le dedicó una escultura y una glorieta. La primera estaba en la segunda, al final del Paseo de la Farola, desde principios de los años 80. Sin embargo, a raíz de las obras en el muelle 1 del puerto, el busto realizado por Jesús Martínez Labrador se ha trasladado a una explanada en San Andrés donde se acumulan los materiales de deshecho de las obras.


Marina de la Farola es la empresa responsable de los trabajos y, por tanto, del traslado del busto. Un representante de la compañía recordó ayer a este periódico que el cambio de ubicación se produjo «a finales del año pasado» con motivo del comienzo de las obras. Las mismas fuentes defendieron que la pieza está situada en una zona «controlada y vigilada» por la seguridad del recinto portuario y que permanecerá allí hasta que finalicen los trabajos en el Paseo de la Farola. Sin embargo, los representantes de Marina de la Farola no pudieron concretar cuándo terminarán esas tareas.


Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria Enrique Linde explicó ayer a este periódico que la empresa responsable de las obras en el muelle 1 «tiene la obligación de reponer la escultura en el mismo lugar en que se encontraba y que reparar los posibles daños que pueda sufrir durante las obras». Además, tanto Linde como los representantes de Marina de la Farola quisieron recordar que el busto de Jorge Guillén «siempre ha estado al aire libre».


Denuncia de la academia


Ante esa situación, la Academia de Bellas Artes de San Telmo ha decidido enviar sendas cartas al Ayuntamiento y a la Autoridad Portuaria para reclamar una ubicación «más adecuada» para el busto de Guillén mientras se suceden las obras. «Es humillante y deprimente que una obra como esa esté tirada entre escombros», lamentó ayer el académico y artista Pepe Bornoy.


Diario Sur, 31/03/2009


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