La iniciativa, enmarcada dentro del programa de la Unión Europea Interreg III, ha dado como fruto un completo trabajo de análisis de las construcciones y características urbanísticas de las casas ubicadas en las mencionadas calles que se plasmará próximamente en un libro.
Interior
«En la rehabilitación del Centro Histórico se ha insistido fundamentalmente en la preservación de las fachadas, pero este trabajo va mucho más allá y apuesta por mantener también la distribución interior de cada uno de los edificios, cómo tienen que ser los patios, los muros de carga y las estancias situadas inmediatamente después de las fachadas, entre otras cuestiones», comentaron fuentes municipales.
Además, el estudio ha permitido descubrir que las composiciones de las fachadas de estas calles responden, pese a su estrechez, a un cierto ritmo en cuanto a la disposición de las ventanas y las cornisas que debe ser respetado. «Nos hemos dado cuenta de que los arquitectos de siglos pretéritos no hacían las cosas por capricho, sino que tenían muy en cuenta el entorno en el que se realizaban sus proyectos», agregaron.
Según las fuentes, al margen de su publicación, el Ayuntamiento aún no tiene claro en qué va a emplear el estudio. En ese sentido, baraja la posibilidad de incorporarlo en parte o en su totalidad a las ordenanzas urbanísticas que rigen la edificación y rehabilitación en el Centro.
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