domingo, 13 de abril de 2008

Florece el Jerte malagueño


En Alfarnate, en el interior de la Axarquía, los cerezos están en su máximo esplendor. Una bella estampa que apenas dura unos días.Recorrer la Alta Axarquía cuando llega la primavera se ha convertido en uno de los planes favoritos de fin de semana para centenares de visitantes de dentro y fuera de la provincia de Málaga. Y es que desde hace unos años el paisaje del interior de la comarca se ha transformado gracias a la introducción del cultivo del cerezo.


De esta forma, lo que antes eran grandes extensiones de terreno dedicadas al cereal en Alfarnate, ahora albergan centenares de árboles revestidos de flores blancas en estas fechas. Un hecho que convierte a este municipio, ubicado en el límite con la provincia de Granada, en un verdadero 'Jerte malagueño', ya que se asemeja al popular valle cacereño famoso por estos árboles que cautivan a todos los amantes de la naturaleza.


En respuesta a la gran demanda turística, la localidad cuenta con una ruta de senderismo a través de la cual los visitantes pueden recorrer las diferentes parcelas donde se concentra el cultivo de esta fruta. Se trata de la ruta de las Pilas, que discurre a lo largo de 12,7 kilómetros al noreste del municipio. Además, las fincas son de fácil acceso a través de la carretera de Málaga a Colmenar, o la que une Periana con Alfarnate desde Vélez-Málaga. El paraje Gastarrejas es donde más cantidad de árboles frutales de este tipo se concentran.


La floración de los cerezos depende de la variedad que tenga cultivada cada agricultor, pero se produce entre la última quincena de marzo y la primera de abril. «Se trata de un producto perecedero, por lo que se cultivan diferentes variedades con distintas fases de maduración, que te permitan recogerlas de forma escalonada con unos 50 días de diferencia», explica Salvador García, que cuenta con ocho hectáreas de cerezos de las 40 que hay en Alfarnate. Una vez que la cereza está lista para su consumo, tan sólo puede permanecer en el árbol entre tres y siete días para que llegue al mercado en óptimas condiciones.


Sabor dulce


El cerezo se introdujo en este municipio a principios de los años 90, cuando los propietarios de un vivero de Granada visitaron el pueblo alabando la productividad de este fruto. Varios agricultores se animaron a sustituir el trigo y las legumbres, y poco a poco otros se unieron al cambio ante la gran rentabilidad.


«Tenemos el agua de Galicia y el sol de Andalucía», afirma el concejal Agricultura de Alfarnate, Salvador Urdiales, para explicar por qué el cultivo de la cereza ha triunfado en la localidad que registra una elevada pluviometría media.


Ambiente frío


Además, sus 925 metros de altura sobre el nivel del mar y sus 2.000 horas de frío al año, hacen que este municipio sea óptimo para esta actividad agrícola.


Desde el Ayuntamiento son conscientes del gran potencial turístico que presenta este cultivo. Recientemente se ha creado la concejalía de Agricultura y se plantean ofrecer la temporada de floración como 'El Jerte malagueño' a los aficionados al turismo rural. Además, se está animando a los agricultores para que cultiven en mayor cantidad estos árboles. «Ya son muchos los autobuses de extranjeros que vienen a visitar la almazara de aceite y se podría hacer lo mismo con los cerezos», señala.


Coincidiendo con las labores de recolección, el próximo junio se celebrará el III Día de la Cereza para promocionar esta fruta.


Diario Sur, 13/04/08



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