domingo, 20 de abril de 2008

Entrevista a Saturnino Moreno, responsable del Observatorio Provincial de Sostenibilidad


Saturnino Moreno Borrell no necesita presentación. Su nombre es sinónimo de una larga e incansable trayectoria en defensa por el medio ambiente de la provincia de Málaga. Este geógrafo e ingeniero industrial es funcionario del servicio de Medio Ambiente de la Diputación Provincial de Málaga Es considerado uno de los ecologistas históricos que ha promovido la fundación de cuatro asociaciones de defensa ambiental, además de ser miembro de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) desde 1972.

-¿Qué es lo que se ha hecho mal?


-Adaptarse a un sistema de desarrollo que consiste en la utilización abusiva de los recursos naturales. En el caso de la provincia de Málaga está muy claro que se ha basado en el uso del suelo con un crecimiento en los últimos 25 y 30 años que no tienen parangón en ninguna otra época de la historia.


-¿Piensa que es un error que Málaga se haya basado en el turismo de forma casi exclusiva como motor económico?


-Siempre se ha dicho que diversificar las fuentes económicas es la mejor fórmula para no estar sujeto a los vaivenes de la oferta y la demanda.


-¿Considera entonces que no habría que recrecer la presa de La Concepción?



-Primero habría que hacer una planificación, que no la hay, de los recursos de la provincia y en segundo lugar esforzarse en unos planes de ahorro y eficiencia. Mientras no se haga esto, tener grandes depósitos de agua no sirve de nada porque ya tenemos demasiados. También hay que tener en cuenta que disponemos de importantes cantidades de agua subterránea que a veces se mal utilizan o no se controlan. Recrecer una presa es una obra carísima, porque no se trata de poner unos cuantos ladrillos sino de hacerla casi de nuevo.


-¿Considera que se han vuelto a cometer los mismo errores que durante la anterior sequía?

-Sí, estoy convencido de que hay un déficit de planificación hidrológica que hay que volver a hacer porque la que se hizo hace unos años era muy ingenieril y ya no se podrá hacer con la nueva directiva europea que obliga a gestionar y proteger las cuencas de los ríos. El agua no es sólo un recurso sino un elemento vital para la vida de los ríos que no pueden tratarse como vertederos o aparcamientos de coches como ocurre de forma inadmisible en Málaga. Además en una zona como la provincia con un particular régimen de precipitaciones, el decreto de sequía habría que mantenerlo siempre y estar siempre en una situación de alerta.

-¿En este contexto es dónde encaja el concepto de la nueva cultura del agua?

-Claro, porque se trata de recuperar una visión más racional del uso del agua que hasta ahora se ha ofertado de forma irresponsable. En una provincia como Málaga favorecer el turismo de campos de golf ha sido absolutamente irresponsable y esa situación refleja una mentalidad que es difícil de cambiar.


-Pero ¿qué pasará si se siguen construyendo más casas?


-Los modelos de ciudad actuales son desastrosos y la vivienda es una necesidad social, no se trata de alimentar una cuestión especulativa y de inversión. Eso no se puede contemplar con la alegría que se ha hecho hasta ahora. Es una situación absolutamente paradójica que sobren viviendas para comprar y haya a su vez un déficit social. En Málaga ha ocurrido algo lamentable y es que se ha vaciado el centro urbano y se ha ido expandiendo la ciudad, y eso como modelo es un desastre porque se ha visto que una ciudad que no es compacta no tiene valor. Es preferible una ciudad que sea multifuncional de forma que en la ciudad confluyan muchas actividades y no obligue a la gente a realizar desplazamientos constantemente para acudir de una zona a otra.


-¿Considera que Málaga está a la altura de una gran ciudad?


-Es una ciudad grande pero una gran ciudad se hace con mucho tiempo. A Málaga le hace falta consolidarse y podría llegar a serlo pero le haría falta aventurarse en conceptos innovadores como son la construcción bioclimática, evitar la expansión urbana desaforada e impedir que se invisibilicen sus zonas naturales como la obsesión por tapar el río Guadalmedina. Cosas como éstas caracterizan a una ciudad que quiere ser importante. Málaga tendría que recuperarlas todas como el Monte San Antón y no estar en la duda de si se protege o no porque a estas alturas lo que nos queda es muy poco.


-¿Qué solución le daría al río Guadalmedina?


-Incorporar el río a la ciudad. Evidentemente es un río muy transformado pero lo que no se puede permitir es que desaparezca. La presa del Limonero es innecesaria porque lo que se pretendió cubrir con la reforestación de los Montes de Málaga ha funcionado muy bien e incluso habría que continuarlo. Hoy en día no se hubiera construido porque no habría superado el estudio de impacto ambiental porque es un riesgo para una ciudad con un millón de habitantes. Es una hipótesis poco realizable pero como mínimo debería recuperar parte de los valores que tiene un río urbano como recuperar la vegetación y evitar los vertidos de aguas residuales. El Guadalmedina es una seña de identidad de Málaga que no se pueda perder y se puede hacer sin tener que volver a las cavernas como nos acusan a los que pensamos así.


-El nuevo aeropuerto, el puerto, el AVE... ¿cómo ve a Málaga?


-Todo lo que sea engrandecer las infraestructuras muchas veces lo que implica es perder la seña de identidad de esos entornos urbanos. Preferiría avanzar en un proyecto en el que se consiguiera una ciudad más sostenible.


Málaga Hoy, 20/04/2008


1 comentario:

  1. WORKSHOP La cuenca fluvial del río GUADALMEDINA de Málaga
    http://citywiki.ugr.es/wiki/Monográficos_de_Proyectos

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