El proyecto de peatonalización que impulsa la Junta de Andalucía para mejorar la actual imagen de Carretera de Cádiz, aprovechando las obras de la línea 2 del Metro de Málaga (Martín Carpena-Héroe Sostoa), incluye la construcción de un gran estanque central en Avenida de Velázquez, entre la Glorieta de Molière y la calle Virgen de Belén, y la conversión de la calle Juan Pablo II en un puente eminentemente comercial, en el que podrían asentarse numerosos establecimientos. La idea de los creadores del documento sería extrapolar a este escenario el modelo del famoso Ponte Vecchio de Florencia, según explicaron a este periódico fuentes cercanas a la iniciativa.
Estas son dos de las principales innovaciones introducidas en el trabajo realizado por el arquitecto Agustín Benedicto y el ingeniero Javier Bustinduy y que ayer mismo fue entregado oficialmente por el ente Ferrocarriles Andaluces al Ayuntamiento de la ciudad para su análisis. Es justamente a la Administración local a la que compete la decisión final sobre la reurbanización planteada sobre este espacio urbano, que concentra a más de cien mil habitantes.
La labor arquitectónica desarrollada pone énfasis en la creación de hasta cinco escenarios distintos a lo largo de los casi tres kilómetros de eje que hay entre Molière y Juan Pablo II, cada uno de los cuales estará dotado de elementos que lo diferencien del resto. No obstante, la implantación de zonas verdes y de esparcimiento, así como de espacios peatonales y carriles bici, será un denominador común en todos los casos.
Pero más allá de las propuestas concretas que se plasman en este anteproyecto, la principal conclusión es la apuesta que se hace por suprimir totalmente el tráfico privado de paso por esta vía (el que usa este eje para ir de un lado a otro de la ciudad), por la que, antes de ser cortada con motivo de las zanjas del suburbano, transitaban unos 70.000 vehículos diarios. La restricción no afectaría ni al transporte público ni a los vecinos y comerciantes que quieran acceder a sus garajes o locales, puesto que se mantiene espacio suficiente para que circulen a velocidades reducidas de 20 o 30 kilómetros por hora, aunque siempre con preferencia peatonal. Asimismo, los servicios de emergencia sanitaria, de limpieza y bomberos, entre otros, podrán moverse con normalidad.
Este es uno de los aspectos del proyecto en el que las posiciones de la Junta y del Ayuntamiento parecen más distantes. Las fuentes consultadas señalaron que la Administración autonómica apuesta por una intervención "agresiva", que posibilite ir en consonancia con el protocolo de Kioto y una reducción de las emisiones contaminantes. Mientras, el equipo de gobierno del PP, según reconoció a este periódico hace algunas semanas el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, aboga por mantener abiertos al tráfico al menos dos carriles por sentido en Carretera de Cádiz de los tres que hay actualmente.
De acuerdo con los estudios de movilidad incorporados al anteproyecto de peatonalización, realizados por la consultora BBJ, el cierre a la circulación es factible, dadas las alternativas viarias que en estos momentos se están ejecutando en el entorno. En este sentido, cabe destacar el bulevar proyectado sobre el soterramiento del AVE y la ejecución de la segunda fase de acceso al Puerto, que permitirá potenciar el uso del Paseo Marítimo de Poniente. Ambas infraestructuras, que no estarán operativas hasta dentro de varios años, garantizan a los conductores muchos más carriles de acceso a la ciudad de los que en estos momentos existen, apostillaron.
La resolución final sobre el plan de reurbanización de Carretera de Cádiz se conocerá en las próximas semanas, una vez los técnicos municipales estudien la propuesta presentada por la Junta. Las fuentes consultadas apuntaron que a lo largo del próximo mes de abril ambas administraciones tendrán un nuevo contacto con este asunto como centro del debate.
Málaga Hoy, 27/03/08
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