viernes, 14 de mayo de 2010

Importan una técnica de Japón para convertir los residuos en biocombustible


La empresa malagueña Cardiles Oil Company será la primera del mundo en exportar de Japón una novedosa técnica capaz de transformar cualquier sustancia o residuo que contenga carbono en combustibles como gasolina, diésel o queroseno. Por primera vez se aplicará en la planta que la compañía pretende poner en marcha en Córdoba en agosto de este año, aunque ya hay proyectos para ampliar la idea en Almería y Málaga.

La ventaja del sistema kurata, que así se llama esta tecnología desarrollada por el Instituto de Ondas Cuánticas de Kobe en Japón, es que puede procesar en biocombustibles desde los derivados del propio petróleo como los plásticos, los aceites minerales y los neumáticos usados hasta los residuos vegetales como los aceites o los derivados de la aceituna.

El proceso no es sencillo, pero consiste en descomponer los compuestos pesados en moléculas más pequeñas y reunirlas después en el combustible que se quiera. En función del producto que se vaya a obtener, solamente varía el molde del catalizador que se emplea en este proceso.

Según informó a este periódico la empresa malagueña, que ya está negociando con Escandinavia, Polonia e Inglaterra la implantación de esta técnica, el sistema kurata es "la mejor solución ecológica actual y de futuro para la limpieza del planeta", ya que al transformar los residuos en combustibles de segunda generación es "una alternativa de producción de energía".

Cardiles Oil Company es la promotora y propietaria de la primera planta que se construirá fuera de Japón, donde ya hay dos en funcionamiento, y que estará ubicada en el municipio cordobés de Cañete de las Torres. El inicio de las obras está pendiente únicamente de que la Junta de Andalucía emita la aprobación ambiental unificada del proyecto.

Si todo marcha conforme a lo previsto, empezarán este mismo mes con la idea de que la planta funcione a pleno rendimiento en verano. Su producción inicial será de 60.000 toneladas de orujillo al año, aunque se irá ampliando hasta alcanzar las 180.000 toneladas.

Esta técnica tendrá una gran proyección en el futuro, según la empresa, puesto que la Unión Europea obliga en la actualidad a incorporar biocombustibles a la producción de combustibles convencionales para reducir así la contaminación.

Málaga Hoy, 04/01/2010

1 comentario:

  1. Ojo, si se usan derivados del petróleo como materia prima no se consigue energía limpia. Vamos que ni el plástico, ni los aceites minerales, ni los neumáticos pueden llegar a ser biocombustibles, porque rompen el equilibrio de CO2 propio de éstos.

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