La cerámica malagueña echa el cierre

Los históricos ceramistas Hermanos Morillo, en la Colonia de Santa Inés desde 1941, cerraron el negocio en enero y buscan una salida laboral.

"Es como si tu trabajo de toda la vida te lo quitan y te dicen que te busques la vida", explica Antonio Morillo, de 54 años, que lleva más de un cuarto de siglo en el negocio familiar de Hermanos Morilla, los ceramistas y alfareros que crearon la maceta malagueña.

En 1941 su abuelo José se instaló junto a la fábrica de la Colonia de Santa Inés y allí estuvo el negocio familiar hasta 1999, cuando la zona se recalifica y se urbaniza. En 2003, para que no desapareciera un negocio tan unido a la historia del barrio, el Ayuntamiento le cedió un local junto al parque de la Laguna de la Barrera. "Pero la cosa flojeó, no sé si porque los gustos han cambiado o porque pusimos precios bajos", cuenta Antonio, que comenzó esta segunda etapa junto a sus dos primos.

Finalmente, la cooperativa familiar tuvo que echar el cierre en enero de este año. Desde entonces, Antonio Morillo está en paro y echa una mano en casa. "¿Qué haces?, por lo que yo conozco de otra gente ceramista están iguales, no sé cómo se mantienen", explica.

A partir del cierre de la cooperativa, los Morillo han intentado buscar una salida para poder seguir con este oficio de toda la vida. "De pequeño en vacaciones me iba con mi padre al taller a echarle una mano", recuerda Antonio.

Hasta la fecha, las gestiones realizadas con el distrito del Puerto de la Torre, Promálaga y el IMFE no han dado resultado.

IU. En este intento porque la cerámica de estos alfareros no desaparezca, Izquierda Unida también está apoyando a los artesanos de la Colonia de Santa Inés. El coordinador de IU en el Puerto de la Torre, David Arrabalí, explica que la intención de los Morillo es ante todo "arrancar la actividad".

A su juicio, "es una pena que se pierda este espacio de la Colonia de Santa Inés". Arrabalí destacó además que los hermanos Morillo, "son muy conocidos por todo el mundo", y recordó que sus piezas pueden encontrarse en rincones de Málaga como la Casa Natal de Picasso o el Museo de Artes Populares. De hecho, todavía llegan clientes haciéndoles encargos.

Para el coordinador de IU, se trata de una artesanía "digna de protección" desde el punto de vista cultural por parte de las administraciones "y pedimos que se abra una puerta y una fórmula para que esa actividad no desaparezca".

La Opinión de Málaga, 02/11/2009.