domingo, 2 de agosto de 2009

La necrópolis de Yabal Faruh a la vista de todos en el Ejido


Unas excavaciones en un solar de El Ejido han sacado a la luz restos humanos que podrían formar parte de la necrópolis de Yabal Faruh · Vecinos denuncian las escasas medidas de seguridad para proteger el recinto.


Cada construcción o movimiento de tierra en un solar del centro de Málaga puede destapar la sorpresa de encontrarse de cara con la propia historia. Las excavaciones arqueológicas de las últimas décadas han ayudado a conocer los perfiles de la ciudad, los usos y costumbres de sus habitantes desde su fundación hasta el pasado más reciente. Pero desenterrar vestigios de miles de años de antigüedad puede tener, en algunos casos, su cara negativa. En la zona de El Ejido, entre la calle Los Negros y la plaza de La Paula, las obras de una futura casa hermandad han sacado a la luz restos humanos que podrían formar parte de la enorme necrópolis musulmana de Yabal Faruh. Los vecinos del lugar aseguran que grupos de jóvenes han entrado en el área vallada para provocar destrozos.

Algo más de un mes llevan los arqueólogos trabajando sobre el terreno para encontrar distintos niveles de enterramientos. En las tumbas se hallaron, según algunos testigos, "tres o cuatro esqueletos humanos" que estuvieron algunos días a la vista y que fueron el blanco de los juegos de algunos chavales. "Vi a unos niños entrar y pegar con un palo a las calaveras", comentaba ayer un vecino, que señalaba los huecos de los enterramientos, tapados con arena y sin restos óseos en la superficie. En el solar, frente al Pabellón de Gobierno de la Universidad de Málaga, también había restos cerámicos, algunos de ellos vidriados en verde.

El área sobre la que ahora mismo está trabajando el equipo arqueológico está vallada, pero en algunas partes del perímetro se abren huecos que permiten el fácil acceso de quien lo desee. Además, ni por las tardes ni durante los fines de semana carece -como es lo normal y común en todos los casos- de vigilancia.

En la época del Califato Omeya la primera necrópolis islámica junto al mar perdió su uso, ya que el puerto recuperó su importancia comercial. Fue entonces cuando la gran superficie funeraria se trasladó desde la falda norte de Gibralfaro hasta las inmediaciones de El Ejido. Las excavaciones arqueológicas de los últimos años han permitido ampliar los límites de este cementerio que tuvo su uso entre los siglos XI al XV y que está considerada como la más grande, tanto por espacio como por densidad de Al-Ándalus.

En las viviendas sociales de la calle Los Negros ya se encontraron un buen número de restos óseos y también en catas en la calle Carrión, a pocos metros del solar ahora en estudio. También en la zona se han hallado enterramientos romanos. Una vez que se documente el hallazgo se realizará el estudio antropológico de los restos para intentar determinar la edad, el sexo, el motivo de la muerte, posibles enfermedades de los cuerpos sepultados. La ciudad sigue deparando tesoros ocultos a los interesados en ahondar en sus entrañas y poco se puede hacer para que estos descubrimientos no sean objeto de vandalismo. Quizás eso también lo depara la ciudad.


Málaga Hoy, 11/05/2009


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