La contaminación atmosférica y el cambio climático están provocando serios daños a los árboles de Sierra Bermeja y la Sierra de las Nieves.
Un hongo que durante siglos ha coexistido con el pinsapo sin mayores problemas es el que amenaza ahora la supervivencia del único pinsapar del planeta, y que se concentra en su mayoría en la Sierra de las Nieves. Se llama Heterobasidium annosum y desde hace unos años está provocando una elevada mortandad en los árboles de este parque natural.
Los más afectados son de momento los que se encuentran en la parte más baja de la montaña, a unos 1.200 metros de altura. Investigadores de las universidades Pablo de Olavide de Sevilla, Jaén y Córdoba lo están comprobando mediante el estudio, financiado por la Junta de Andalucía, que iniciaron hace algo más de un año y tratará de determinar cuáles son las verdaderas causas.
Todos los indicios apuntan a que la reducción de las precipitaciones y unos veranos cada vez más cálidos relacionados con el cambio climático están detrás de este fenómeno. "La tendencia que hemos observado es que muchos de estos árboles sufren estrés hídrico y su crecimiento se está ralentizando desde hace unos 20 años", según explica el responsable del proyecto y profesor de la Universidad Pablo de Olavide, José Ángel Merino.
El espesor de los anillos de los pinsapos de la Sierra de las Nieves está disminuyendo y esto hace que cada vez estén más débiles para hacer frente al ataque de cualquier enfermedad. Eso es precisamente lo que parece estar ocurriendo con el hongo que desde hace unos años trae de cabeza a los técnicos forestales que no saben como atacarlo, ya que de momento no existe ningún tratamiento que resulte cien por cien eficaz para ponerle freno.
La preocupación de los investigadores se centra ahora en que los efectos asociados al cambio climático terminen por afectar también a los pinsapos ubicados en las zonas más altas de la montaña a medida que el nivel de precipitaciones vaya disminuyendo en los próximos años como consecuencia del calentamiento global del planeta.
La falta de lluvia se une también al hecho de que en los años 30 del siglo pasado un ingeniero forestal, preocupado por la conservación de la especie, decidió replantar pinsapos en la Sierra de las Nieves con una densidad en armonía de acuerdo con las precipitaciones de aquella época. "Mientras las lluvias han sido suficientes no ha habido problema, pero ahora con la disminución progresiva de los recursos hídricos disponibles sí se está notando", asegura el investigador.
Este hongo, sin embargo, aún no recalado en el pinsapar de Sierra Bermeja. Allí el problema podría tener que ver con la contaminación atmosférica procedente del polo industrial del Campo de Gibraltar. Los investigadores de este estudio aún no lo tienen constatado, pero sospechan que los gases emitidos por las industrias de la zona están debilitando a los pinsapos.
Las mediciones que se han realizado hasta el momento determinan que el suelo de esta sierra contiene cantidades de nitrógeno por encima de lo normal. Las industrias de la zona de Algeciras están sólo a 25 kilómetros en línea recta del pinsapar de Sierra de Bermeja, lo que hace pensar a los investigadores que es el viento de poniente el que transporta éste y otros compuestos químicos.
Muchos de los árboles muestran síntomas de contaminación porque la tasa de fotosíntesis está por debajo de lo que los expertos consideran normal para que estén sanos.
Nadie sabe de momento cómo ponerle freno a las serias amenazas que planean sobre esta joya natural que ya sólo se encuentra en esta zona del planeta.
Málaga Hoy, 04/11/2008
¿No tendrá nada que ver la explotación de ciertos acuiferos, verdad?
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