A la espera de conseguir un emplazamiento definitivo, la asociación en defensa del Patrimonio Industrial conserva mil piezas en el Centro de Ciencia y Tecnología.
La catarata de museos que acompañará la candidatura de Málaga como capital cultural de Europa no contempla un Museo del Patrimonio Industrial, a pesar de que constituyó una promesa electoral y que durante el primer tercio del XIX, Barcelona y Málaga fueron las dos grandes potencias industriales de España.
A la espera de tiempos mejores, la Asociación en Defensa de las Chimeneas y del Patrimonio Industrial y Tecnológico de Málaga ha logrado el apoyo del Parque Tecnológico de Málaga y su Centro de Ciencia y Tecnología para exponer, de forma digna, una pequeña parte de sus mil piezas.
Hace unos días, además, acaba de terminar la Semana de la Ciencia y Tecnología del PTA, con seis talleres formativos ofrecidos por la asociación, y además, ha permitido que 1.800 alumnos conozcan el pasado industrial de Málaga, expuesto en unas espectaculares vitrinas dentro del centro, que exhiben, acompañadas por piezas centenarias, reconstrucciones por ordenador de algunas industrias emblemáticas como la preciosa bodega de López Hermanos en El Molinillo o la fábrica de hojalatas Lapeira. Este trabajo ha sido realizado por la Escuela de Peritos.
"Es increíble que en Málaga no haya un local en condiciones", cuenta José Antonio Ruiz, responsable de la asociación. Hasta ahora, las gestiones con la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Diputación no han llegado a buen puerto. La asociación cuenta con un pequeño almacén, cedido por el PTA en el propio Centro de Ciencia y Tecnología. Allí conserva muchas de las piezas que no expone, algunas de ellas salvadas de Intelhorce o salidas del almacén que la Diputación tiene en el Hospital Civil.
José Antonio Ruiz muestra una imprenta de 1927 y a su lado descansa una prensa de aceite de la empresa Ballesteros. Épocas y artilugios se mezclan en este pequeño almacén, como una hermosa lata de aceite de los Gross o una máquina para analizar tierra de Financiera y Minera. Las dimensiones del local han impedido que la asociación se haga cargo de ofrecimientos de viejas industrias andaluzas. "La verdad es que me estoy aburriendo", confiesa el responsable de la asociación. José Antonio Ruiz recuerda que, hace dos legislaturas, el alcalde se comprometió a destinar 7.000 metros cuadrados de la antigua Fábrica de Tabacos a un Museo del Patrimonio Industrial.
"Por ahora, lo único que hay es que la delegada del Gobierno Andaluz, María Gámez, ha quedado en hablar con el concejal de Vivienda para ver qué posibilidades tendría un local en los bajos de la calle López Pinto".
La generosidad del responsable del PTA, Luis Felipe Romera, ha permitido que mientras dura este ´deambular´ en busca de un museo, la asociación pueda exhibir sus mejores piezas de una forma más que digna. En las vitrinas expuestas al público llama la atención una antigua ´bobinadora´ de Intelhorce. José Antonio Ruiz acciona un interruptor y se pone en marcha.
Cajas de la azucarera Larios, vinos históricos de Málaga, material ferroviario, piezas de la Fundición Trigueros con placas de los talleres británicos donde fueron construidas, una imprenta de finales del XVIII, paneles informativos sobre las chimeneas de Málaga... todo el potencial industrial del pasado convive, en buena sintonía, con la modernidad de un parque tecnológico. El museo, ¿llegará?
Alfonso Vázquez, La Opinión de Málaga, 24/11/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario